Esta
es la historia de un hombre llamado Rodolfo cuya vida estaba llena de
riquezas. Rodolfo era un hombre de 32 años, moreno, ojos verdes y
alto. Era el menor de tres hermanos.
La
familia de Rodolfo era de prestigio, tenían dos negocios que
funcionaban muy correctamente, recaudaban mucho dinero a lo largo de
los meses. La madre de los 3 hermanos murió al tener al último de
sus hijos ( Rodolfo ), el padre casi nunca estaba en casa y no
llevaba la educación de sus hijos. Estaba enfermo y al cabo de los
meses acabó muriendo. La riqueza de la familia iba a ser repartida
para los tres hermanos, pero Rodolfo era muy egocéntrico y pensaba
que cuanta más riqueza tuviera, a más chicas iba a tener, además
era muy egoísta y no quería que sus dos hermanos tuvieran el mismo
dinero que él, por ello Rodolfo acabó
matando a sus dos hermanos de distinta forma haciendo creer a la
policía que había sido a causa de distintos atracos para poder
conseguir la herencia de sus padres. A su hermano mayor llamado Pedro
le asesinó en su propia casa, él estaba en su salón viendo la
Teletienda, ya eran las tantas de la noche cuando
escuchó distintos ruidos en la cocina, fue a ver qué
estaba pasando y la preocupación se le fue al ver que era su
hermano, pero algo en él era
distinto, tenía los ojos
bañados en sangre y fue cuando le
mató a cuchilladas. A su hermano mediano Juan le asesinó en
la ducha del gimnasio cuando todos se habían ido. Sus hermanos no
tenían descendientes ni familia ajena a él por eso la fortuna
heredada de sus padres iba a ser para él. Rodolfo pensaba que al
tener la herencia de su familia iba a atraer a todas las mujeres
bellas y elegir cual quisiera. Pero lo único que consiguió fue
atraer a las mujeres más feas
y horrendas del mundo tanto por el aspecto físico como por forma de
ser. Cuando Rodolfo estaba conociendo a alguna chica decente, guapa
etc … al final acababa en desastre. Cada día que iba pasando desde
los asesinatos para Rodolfo le era más difícil conseguir a la chica
que él deseaba hasta el
punto de no conseguir ni a las más feas. Al final a Rodolfo
le fue pasando lo mismo una y otra y otra vez hasta que al final
acabó sin ninguna mujer a su lado y con una terrible adicción
al sexo y a las mujeres bellas. Rodolfo acabó yendo todos los días
de su vida a un prostíbulo con las mujeres más feas y por la noche,
después de saciar su adicción, volvía su necesidad de acostarse
con mujeres bellas.
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