miércoles, octubre 06, 2010

La Cultura Clásica en Teleco #2


Hoy voy a hablar sobre una historia de amor, que nos contaron unos profesores al comenzar la universidad. La verdad es que es una de esas historias que cuando te la cuentan, te quedas meditando sobre lo bonito que puede ser el amor y las locuras que se pueden llegar a hacer. Aun así, cualquiera que pase por la asignatura de Referentes, lo primero que piensa es: "Sí señor, era su musa".




La historia en cuestión envuelve a dos personajes históricos curiosos: León Theremin y Clara Rockmore. El primero, fue un famoso inventor ruso, apasionado por la música y la electricidad desde pequeño. De esta curiosa mezcla, nació uno de sus más famosos inventos: El Theremin. También conocido como Eterófono, fue uno de los primeros instrumentos electrónicos de la historia.
Por otro lado, Clara Rockmore fue una virtuosa del violín. Nacida en Lituania, desde muy pequeña, mostró su talento, consiguiendo ser la niña más joven en entrar a la prestigiosa escuela de música de St. Petesburgo, a la temprana edad de 5 años. Debido a la complicada situación dada por la Revolución Rusa a principios del siglo XX, tuvieron que migrar a Nueva York, donde siguió dando conciertos junto con su hermana, con una gran aceptación.

Durante su estancia en EEUU, fue donde se conocieron. En 1928, el inventor ruso tuvo la oportunidad de conocer a Clara, quien probó su instrumento, y éste quedó maravillado por la interacción de ella con el instrumento, de una forma casi instintiva. Poco tiempo después, Clara empezó a tener dolores en su brazo derecho, y posteriormente se le diagnosticó un problema óseo que la forzaría a abandonar el violín. En este momento, Theremin obsequió a Clara con un modelo de su instrumento, y aunque al principio siguiera con el violín, finalmente se convirtió en la thereminista más famosa de la historia.
A partir de su encontronazo, Theremin trabajó en el perfeccionamiento del instrumento y a partir de las peticiones de Clara, mejoró sus prototipos hasta crear lo que hoy se conoce como Theremin.

Como antes he dicho, el Theremin, también es conocido como Eterófono. No resulta raro imaginarse el porqué de este nombre. Ya hice una pequeña explicación sobre el éter en otro post (no sé qué me pasa con el éter...), y si no habéis visto nunca ningún Theremin, al ver el video (o seguir leyendo) entenderéis rápidamente la etimología de la palabra ;). No parece descabellado, que a escasas 2 décadas de la demostración de la inexistencia del éter, un instrumento así, no resulte "mágico".

Finalmente para los curiosos, una pequeña explicación del funcionamiento del Theremin. Generalmente, el Theremin posee dos pequeñas varillas formando 90º. La vertical permite controlar el tono, mientras que la horizontal permite controlar el volumen. El principio de funcionamiento es relativamente simple, y a grandes rasgos, consiste en usar las varillas a modo de antena, de tal forma que al hacer pasar corriente por ellas, se genera un campo magnético alrededor de la varilla, en forma de toroide (o donuts!). Lo que se hace para tocar el instrumento, no es más que acercar o alejar la mano, y como también somos conductores, a medida que se acerca la mano, se modifica el campo magnético. Este cambio, se traduce en cambios de frecuencia de las ondas, y conectado a un amplificador, voilá!



6 comentarios:

..::JuAnJo::.. dijo...

Acabo de releerlo, y he hecho muy poca explicación/relación clásica... Ya se me ha hecho más largo de lo que quería el post y me daba miedo, pero me apunto la primera crítica.

A la próxima mejoraré, jejeje. Mientras tanto ahí hay una curiosidad que seguro que muchos no conocen.

Saludos!

Ana Ovando dijo...

¡Qué curioso instrumento y qué historia más bonita! El nombre justifica su presencia de sobra en este espacio, no seas tan crítico.

Muchas gracias, Juanjo, por pasarte por aquí a deslumbrarnos con estas historias. Es fantástico seguir leyéndote.

..::JuAnJo::.. dijo...

Al final Clara termina casándose con otro hombre...pero bueno, supongo que a mí personalmente me gustan más las historias tristes :P. Pero sí, la historia es muy bonita!

Muchas gracias Ana por el ánimo, intentaré seguir escribiendo dentro de mis ,cada vez más, limitados conocimientos de clásicas y de redacción (me cuesta horas lo que de jovencito era un rato...).

Un abrazo!

Javi dijo...

Bonita historia, Juanjo

me alegra leerte por aquí. Y desde luego, tus entradas han mejorado mucho. Por favor, continúa colaborando

Sergio Ortega Cáceres dijo...

Me parece algo extenso pero es una historia peculiar y el invento es extraordinario.sigue en esa línea.

Unknown dijo...

A mí me ha encantado.