Apesar de ser un tópico clásico es muy frecuente en poemas de la Edad Media, como en el poema: Vbi sunt qui ante nos in mundo fuere? (Himno universitario de Europa)
He encontrado varias canciones relacionadas con este tópico. A continuación explicaré la letra de la canción de Ismael Serrano: Recuerdo, que pertenece a su álbum La memoria de los peces. Desgraciadamente no tiene videoclip así que explicaré la letra:
Me levanto temprano, moribundo.
Perezoso resucito, bienvenido al mundo.
Con noticias asesinas me tomo el desayuno.
Camino del trabajo, en el metro,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.
Tiene una visión pésima, monótona de la vida y esta cansado de hacer lo mismo, levantarse pronto, ir a un trabajo que no le gusta y coger un sucio metro.
Y en el asiento de enfrente,
un rostro de repente,
claro ilumina el vagón.
Esos gestos traen recuerdos
de otros paisajes, otros tiempos,
en los que una suerte mejor me conoció.
Haciendo siempre lo mismo para trabajar se encuentra con un rostro nuevo que le trae recuerdos: de su juventud (viajes), cuando era muy feliz y nada preocupado.
No me atrevo a decir nada, no estoy seguro,
aunque esos ojos, sin duda, son los suyos,
más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.
Pero creo que eres tú y estás casi igual,
tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.
Esta persona, probablemente su novia, que le recuerda a esos tiempos no esta seguro de que si es ella o no.
Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada.
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.
Dejando en los portales los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincón sin luz.
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.
Aquí Ismael Serrano habla sobre su juventud con esa persona, todas las cosas que hacían juntas, que eran muchas; y siempre se tenían el uno al otro para apoyarse. No tenían nada que perder.
En las noches vacías en que regreso
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.
Se arrepiente de haberla dejado atrás, abandonarla a su suerte.
A ahora que te encuentro, veo que aún arde
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.
A pesar de haberla dejado, él siempre ha estado enamorado de ella, y tiene la esperanza de que le perdone, y estar juntos para siempre como aquellos tiempos.
Debo decirte algo antes de que te bajes
de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.
Me levanto decidido y me acerco a ti,
y algo en mi pecho se tensa, se rompe.
"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?"
Y una sonrisa tímida responde:
"Perdone, pero creo que se ha equivocado".
"Disculpe, señorita, me recuerda tanto
a una mujer que conocí hace ya algunos años".
Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.
En esta últimas estrofas Ismael se levanta decidido, antes de volverla a perder, a preguntarle si se recuerda de él. Desgraciadamente no es la mujer que ha perdido ni la que recordaba en aquellos felices tiempos, aunque se ha sentido feliz durante un momento recordando, y vuelve a aquella rutina.
Perezoso resucito, bienvenido al mundo.
Con noticias asesinas me tomo el desayuno.
Camino del trabajo, en el metro,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.
Tiene una visión pésima, monótona de la vida y esta cansado de hacer lo mismo, levantarse pronto, ir a un trabajo que no le gusta y coger un sucio metro.
Y en el asiento de enfrente,
un rostro de repente,
claro ilumina el vagón.
Esos gestos traen recuerdos
de otros paisajes, otros tiempos,
en los que una suerte mejor me conoció.
Haciendo siempre lo mismo para trabajar se encuentra con un rostro nuevo que le trae recuerdos: de su juventud (viajes), cuando era muy feliz y nada preocupado.
No me atrevo a decir nada, no estoy seguro,
aunque esos ojos, sin duda, son los suyos,
más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.
Pero creo que eres tú y estás casi igual,
tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.
Esta persona, probablemente su novia, que le recuerda a esos tiempos no esta seguro de que si es ella o no.
Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada.
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.
Dejando en los portales los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincón sin luz.
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.
Aquí Ismael Serrano habla sobre su juventud con esa persona, todas las cosas que hacían juntas, que eran muchas; y siempre se tenían el uno al otro para apoyarse. No tenían nada que perder.
En las noches vacías en que regreso
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.
Se arrepiente de haberla dejado atrás, abandonarla a su suerte.
A ahora que te encuentro, veo que aún arde
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.
A pesar de haberla dejado, él siempre ha estado enamorado de ella, y tiene la esperanza de que le perdone, y estar juntos para siempre como aquellos tiempos.
Debo decirte algo antes de que te bajes
de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.
Me levanto decidido y me acerco a ti,
y algo en mi pecho se tensa, se rompe.
"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?"
Y una sonrisa tímida responde:
"Perdone, pero creo que se ha equivocado".
"Disculpe, señorita, me recuerda tanto
a una mujer que conocí hace ya algunos años".
Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.
En esta últimas estrofas Ismael se levanta decidido, antes de volverla a perder, a preguntarle si se recuerda de él. Desgraciadamente no es la mujer que ha perdido ni la que recordaba en aquellos felices tiempos, aunque se ha sentido feliz durante un momento recordando, y vuelve a aquella rutina.
Aunque no tenga videoclip, como he dicho antes, os voy a dejar un vídeo de YouTube con la canción:
5 comentarios:
Es una lástima que no publiques más a menudo, Tomás, creo que tus artículos podrían enriquecernos a todos.
Se te ha escapado alguna errata, repasa el texto a ver si la descubres, "a pesar" de ello, es un buen artículo, con una explicación detallada.
Hola! El trabajo me ha parecido curioso sobretodo la canción, porque has sabido analizarla bien y sin esfuerzo los demás la entienden. Es una historia muy bonita. A mi me ha hecho recordar a amigos que viven lejos de Castellón.
Un saludo desde Almazora.
Gracias por ayudarme a recordar.
¡Hola Tomás!
Tú articulo no está nada mal, me gusta el poema, sobretodo en ese instante en el que el autor cree ver al amor de su vida en aquel vagon sucio...aquel día, por unos segundos dejó la rutina aparte.
Tambiém me parece muy bien que cada ciertos versos, des la explicación.
¡Buen trabajo!
¡Besos!
Me encanta Ismael Serrano y cada una de sus canciones me parecen poesía.
Te agradezco que hayas decidido analizar una de sus canciones, y además una tan bella como ésta. Muchas veces nos parece que "cualquier tiempo pasado fue mejor", y por ello nos pasamos largos momentos recordando aquellos bonitos tiempos en los que nos parecía que todo era perfecto. Pero tenemos que seguir con nuestra rutina y dejar de soñar con el pasado, puesto que seguramente algún día nos sorprenderá alguna agradable sorpresa. ;)
Por cierto, está muy bien analizada =) Con esto y la reseña en el blog de Gemma estás demostrando una buena capacidad de escritura. Aprovéchala y sacale brillo ;)
Muchas gracias por los comentarios , sobretodo el de Noe. ^^
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