viernes, marzo 07, 2008

Alegoria de la primavera I





Siguiendo con la diosa Flora,este es el cuadro del que os hablé que me tiene estupefacta.
He encontrado mucha información referida a el,y sobretodo sobre su iconografia, que parece ser que muchos se preguntan quién es quién.


Pues ahi va!
Espero que lo disfruteis tanto como yo.


(^^)


********************

Cuando Botticelli realiza esta obra en pleno Renacimiento italiano no era consciente de la trascendenciaque supondría para el arte posterior.Lo primero que llama nuestra atención,en relación con los usos de la época, es su enorme formato,la pintura profana casi nunca utilizó estas dimensiones, que se reservaban para la expresión de los temas sacros. Esto le confiere un carácter de cristianización de un tema que a primera vistaparece totalmente ajeno a las creencias religiosas.Por otro lado, bien pudiera relacionarse con otro género de la época, el tapiz.Los tapices sí tenían este gran tamañopuesto que su función era decorar muros. Los mejores tapices eran los flamencos.Reforzando el paralelismo de esta obra con el tapiz tenemos el suelo sembrado de flores, como ocurre en La Anunciación de Fra Angelico, segúnel modelo "milflores" de tejidos flamencos y franceses.
El tema del cuadro es extremadamente complejo:Abundan las figuras de la mitología clásica, pero no componen ninguna escena conocida de los textos clásicos,aunque parece seguro que se trata de una alegoría de carácter moral bajo la apariencia de la mitología antigua.La presencia de la diosa Flora,heraldo de la Primavera, es lo que dio su nombre al cuadro, que aparece presidido por Venus y Cupido, con la presencia, ajena al resto de los personajes, de Mercurio en el extremo izquierdo.
La explicación es posible intuirla a través del cliente del encargo. Botticelli lo pintó para el jovencísimo Lorenzo di Pierfrancesco di Médici, miembro de la prestigiosa familia Médicis. Lo encargó para él su tutor, el filósofo Marsilio Ficino, quien encarnaba el auge del Neoplatonismo florentino típico del Quattrocento. Es más que probable que fuera Ficino el diseñador del programa de la obra, siguiendo los postulados de Alberti en la parte estética. Así, sumaba la presencia de las virtudes y principios del neoplatonismo en las alegorías de los dioses, al tiempo que aplicaba las teorías albertianas: variedad y abundancia de los elementos, los personajes, sus posturas, etc.

Vocabulario adicional para comprender la temática del texto :


NEOPLATONISMO :Según los neoplatónicos, el principio de todo lo existente es la unidad absoluta, lo Uno, realidad suprema, de la que surgen todas las demás realidades por emanación. El primer ser emanado del Uno es el Logos, llamado también Verbo, Inteligencia, que contiene las ideas de las cosas posibles. Después, la Inteligencia engendra el Alma, principio del movimiento y de la materia. El ser engendrado se esfuerza en ascender hacia la perfección de que emana. Todo viene del Bien y tiende hacia el Bien.


ICONOGRAFIA





. Tiene un tono de narración situada fuera del tiempo real. Se presenta una atmósfera de fábula mitológica en la que se celebra una especie de rito pagano.Hay discusiones que han nacido a lo largo de los años, en particular a partir de la segunda mitad del siglo XIX, sobre los referentes literarios más específicos y los significados que esconde la obra.

·Personajes:

MERCURIO

El dios queda identificado por los calzados con alas y por el caduceo usado para separar serpientes y hacer la paz (Botticelli ha representado las serpientes como dragones alados); con su yelmo y su espada, parece claramente el guardián del jardín de Venus. Estira la mano para tocar las nubes con su caduceo para dispersar la niebla. Mira hacia el cielo, lo cual se interpreta como unión con el más allá. Mercurio sería intermediario entre los hombres y los dioses, pero también el dios de los comerciantes. Viste ligeramente con un manto rojo cubierto de llamas, que cae de forma muy asimétrica, lo cual se consideraba un rasgo típico de la Antigüedad y ya era una indicación de que se estaba representando una escena mítica.

LAS TRES GRACIAS

Servidoras de Venus, dedicadas a una graciosa danza, están representadas como tres jóvenes casi desnudas y luciendo peinados elaborados y diversos. El cabello suelto sólo podían llevarlo las jóvenes solteras. Se las ha llamado Gracias porque de esa forma, danzando en corro, se las representó en el arte grecorromano.
Como otros de los personajes del cuadro, las Gracias parecen ser retratos de personas existentes en la época y conocidas del pintor: por ejemplo, la Gracia de la derecha es Caterina Sforza, que Botticelli retrató como Santa Catalina de Alejandría (siempre de perfil), en el cuadro conservado en el Museo Lindenau de Altenburg (Alemania). La del medio debe ser Semiramide Appiani, mujer de Lorenzo il Popolano, el cual a su vez estaría representado como Mercurio, hacia el que mira Semiramide. La de la izquierda sería Simonetta Vespucci, prototipo de belleza botticelliana.
La hipótesis más acreditada referente a las tres jóvenes que bailan, que representan a las tres Gracias, es que la de la izquierda, de cabellos rebeldes, la Voluptuosidad (Voluptas), la central, de mirada melancólica y de actitud introvertida, la Castidad (Castitas), la de la derecha, con un collar que sostiene un elegante precioso colgante y del velo sutil que le cubre los cabellos, la Belleza (Pulchritudo).

VENUS

Se encuentra en el centro del cuadro y sirve de eje a la composición, volviendo ligeramente la espalda al resto de figuras. En torno a su cabeza se aclara la arboleda, formando una especie de aureola. Está representada como una Madona, con el cabello cubierto por cofia y velo, como una mujer casada. Viste una camisa larga y, por encima, vestido y manto, que cae de forma asimétrica, como el de Mercurio. El vientre prominente era considerado gracioso, y un signo de elegancia era colocar la mano sobre una tela, para evidenciar su belleza. Es el centro no sólo físico sino también moral de la obra, en sus dos aspectos de Venus Urania y Venus Genitrix, fuerza creadora y ordenadora de la Naturaleza, que hace nacer y crecer a todos los seres vivos.

CUPIDO

Vuela sobre la cabeza de la figura central se dedica a lanzar dardos hacia una de las Gracias.

FLORA
Es la única del grupo que mira directamente al observador y parece que intenta esparcir sus flores por el exterior de la escena. Destaca también por su sonrisa, pues es infrecuente en la pintura renacentista, en particular en Botticelli, cuyas mujeres (y así se ve en sus numerosas Vírgenes con Niño) están siempre serias, abstraídas.

LA NINFA CLORIS
De su boca salen las flores primaverales que Flora recoge en su vestido transparente.

CÉFIRO
Dios del viento benigno representado con colores fríos mientras busca el amor de la ninfa. Sopla la dulce brisa que hace posible la primavera.




Continuación en el proximo post.....

3 comentarios:

K@RoL dijo...

Albi! Estupéndo!! Creo que lo he disfrutado tanto como tú!

Muy bien el post! Enhorabuena!!
Lo de explicar cada personaje individualmente está muy bien...y así no dejas ninguna duda de ningún personaje!!

besitos!!

PrincesitaLuxia dijo...

Muy bien! felicidades!! =)

Se ve que a ti te gusta tanto comentar y criticar cuadros como a mí! jiji :)
Y como dice karol, lo de explicar cada actitud de cada personaje que aparece en el cuadro, está muy bien para así acernos todos una idea sobre la escena representada en el gran tapiz!

Enhorabuena! Besos!!

Anónimo dijo...

Hay un extraordinario comentario de este cuadeo en E Wind.



S Paz