Chicos, siento estar un poco (tono irónico donde los haya) desaparecido, pero esta desconexión me está sentando muy bien.
Esta tarde tan fría ha sido de las de palomitas, mando y ONO... canal, canal, canal, canal, canal...
y stop: Cold Mountain.
Mi intención era verla con los ojos de un espectador adormilado, una película más para pasar una tarde de domingo en el sofá. Pero he sufrido un ataque de "referentitis".
No sé si la habéis llegado a tratar en el blog, pero para unos alumnos tan sesudos y experimentados no os supondrá ningún exfuerzo darnos un análisis pormenorizado de esta resemantización de la Odisea.
¿Os atrevéis?