Esta es la historia de una ciudad, mejor dicho, de los barrios más marginales de una ciudad donde
día tras
día había enfrentamientos entre bandas. En concreto voy a contar la
situación que
había entre dos bandas, la de la familia
Brizzi que se dedicaba
día y noche a las drogas y la familia
Albeins que era una especie de mafia que se dedicaban a la
prostitución de chicas
jóvenes y guapas.
La primera
vivía en un barrio mas centrado
donde manejaban sus
mercancías a espaldas de la autoridad, el hijo mayor se llamaba
Hernan y el menor
Paulo,
Hernan estaba casado y
competía una feliz vida junto a su esposa
Aitana y su hijo
Azarias.

Hace ya unos meses, en una de sus peleas,
Hernan mató al amigo mas cercano a la familia
Albeins y hoy, estos
volvían buscando venganza. El hijo mayor de los
Albeins se llamaba
Atanasio, corpulento y fuerte, era al que mas le
había afectado la perdida e
iría directo a buscar a
Hernan para terminar con su vida.
A su llegada,
Hernan que
quería proteger a su familia, se presento ante
Atanasio, tras su muerte, quisieron hacer ver que aun no estaba olvidado y comenzaron a atacar cruelmente a todos los
Brizzi, indefensos ante la situación.
La pobre
Aitana se quedo sola, ya que también mataron a su hijo sin piedad y a ella la cogieron como trofeo, sabiendo que con su juventud y su belleza, les
daría mucho dinero en el mundo de la noche.
4 comentarios:
Jupeee..no me acordaba de que me lo habias dicho en clase,:S.
Y cuando le he adivinado, digo "uys...pero esto Maria no me dijo su mito el otro dia?"
Así que nada...le dejo lo de adivinarlo a otro =)
Por cierto, muy bien la historia...me he reido un buen rato con el nombre de Atanasio...xD
Yo lo sé, yo lo sé!
Me hizo leerla antes de publicarla y lo adiviné, es el mito de Andrómaca, la mujer de Héctor (Guerra de Troya) (:
Muy chula la historia.
Creo que no había leído el mito antes y me ha gustado.
Tenias que ser la primera en decir cual era mi mito..
Cris jugabas con ventaja! Podrías dar más tiempo a los que no habían leído la historia antes de publicar.
María Esparza
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