lunes, marzo 01, 2010

Dido y Eneas


Dido y Eneas

Efecto de Amor

Ensimismado corazón el del desesperado amado
que en pretensión de buey
hace las veces de jornalero
de una tierra infinita.

Pesado e inútil es el yugo
que esbara en tu cuello,
ahogado en lágrimas de mayo.

Y poderoso el daño
que en ti merma
tumbando tu alma espumosa.

L.B. Turlo

Recuerdos y Canto desesperado


La noche arropa el páramo de recuerdos
que van errando en busca de cobijo,
ya se oye el silbo de su vuelo
que de ávida codicia me requieren.

El viento les empuja
a su fin y a su principio,
me horadan sin consuelo
y me asedian en su mundo.

La bruma embrutece la visión
de lo que un día fue
y al siguiente ya no.

Pero en la oscuridad del recuerdo
tibios claros distingo y
yo me aferro a ellos.

Dolor, tormento, pena, congoja
en ellos encuentro,
pero también vislumbro
afecto, apego, ternura, pasión.

Rasgadas las mejillas tengo
y ásperas sendas, recuerdo,
de las escarchadas lágrimas,
hasta mi día en el Erebo.

¡Oh Eros odioso!
hirientes rehiletes dorados
clavaste en mi corazón.

Como el sajador que sangra,
yo lo sufro y amarro mi nave
al último puerto de mi viaje.

El iracundo Eolo te arrojó
a la dulce tierra de mi cuerpo,
lozano y bruñido tesoro
entregado por amor a ti.

La Aurora acarició nuestros áridos cuerpos
con sus lágrimas de rocío
disputando cada parte de tu cuerpo,
besando tu imberbe torso.

Mi corazón cayó de bruces ante ti
y tus marineras manos rozaron mi cuello
estremeciendo mi alma.

La noctámbula luna salió a nuestro encuentro
lanzándonos bramantes de miel,
hilados de su savia.

El amor guiaba nuestros sentidos,
volamos por el azulino cielo,
las rosas techaban nuestro tálamo
y Febo alumbraba nuestra senda.

Pero que destino aguardaba la Fortuna
en su desdichada ruleta,
que destino fatal acechaba
nuestras inmaculadas almas.

Las estrellas danzaban por el cielo oscuro,
y de él descendió
el mal sueño que nunca soñé.

El heraldo marcó las nuevas,
que de olímpico deseo
eran dictadas.

Tu recuerdo es lo que veo partir.
Mi corazón es un encono salado
que jamás podrás ya expugnar
con tus gratas lanzas de amor.

El viento se lleva tu alma.
Y la mía.
En el horizonte se unen los besos
que un día hicieron llorar la tierra.

No volveré a besar tu hendido labio carnoso,
no volveré a rozar tu cuerpo con el mio.
Tampoco quiero volverte.

En el mar de mi corazón
un barco naufraga
y en él hondea la bandera del amor.

Ya no hay lugar en este mundo
en donde yo sea feliz.
La muerte será el bálsamo
que cubra la desdicha de mi vida.

¡Que las bestias nocturnas de la noche
canten un réquiem en honor
a un alma enamorada
de una vida sin amor!

Que el fuego transforme mi cuerpo en polvo
y que el viento del este
conduzca mi alma hasta el reino de los muertos.

En el fin de mis días me encuentro
con los manes de mi estirpe
y el recuerdo de lo vivido.

La oscuridad y las sombras me llevan.

El amor no se detiene ante nadie,
ni ante los muertos.

Te sigo amando.

L.B. Turlo

10 comentarios:

luis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vanessa dijo...

LLuís!!!Soy tu primer comentario =)
Esta muy bien el poema, aunque algunas partes me ha costado un poquito entenderlas! pero por lo demas pefecto

Lluís dijo...

Gracias Vane por no borrar el comentario. :)

D.Magdalena dijo...

El poema está muy bien ,aunque hay palabras y versos que no se entienden (desde mi punto de vista).Pero como a dicho Ana en clase eres el único que se ha desnudado sin ningun temor.Enhorabuena!

8a.fett dijo...

Partiendo de que soy un negado para entender la poesía, opino que está bien, por que si hay poemas famosos que no he entendido, con éste poema no voy a hacer ninguna excepción.
Buen trabajo, te has currado mucho esa faceta artística tuya que destaca.
Pero a la vez que te doy la enhorabuena, me hago una pregunta, sean poemas tristes o poemas felices, ¿siempre los lees con esa entonación o me lo parece a mí?

Lluís dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lluís dijo...

Te lo parece a tí, no se puede leer con la misma entonación ni con el mismo entusiasmo un poema que hable de un amor no correspondido, por ejemplo, que un amor de juventud, ni se puede leer de igual forma una elegia que un oda, yo siempre digo que para leer un poema tienes, primero que todo perder la vergüenza, y luego creerte el autor del poema, vivir lo que se expresa en él, creerte protagonista, entonces seguro que la lees como es debido, dándole un toque personal.

Juanjo dijo...

Lluís: fantástico.

Lluís dijo...

Gràcies Juanjo.

Ague dijo...

És una llàstima que no el comenten més, però crec que és perque no es pot dir altra cosa que: Genial.
Has tret tota la teua faceta de poeta i almenys a mi m'has emocionat, i crec que no sóc l'única.
Aquest poema té molt de sentiment i has conseguit transmetre'l.

Enhorabona =)