lunes, marzo 09, 2009

¡Lucha!

Me sentía humillada, insultada, ofendida... Hacía días que no podía salir de casa por vergüenza, tampoco tenía ganas de hacerlo. Tenía todo el cuerpo dolorido y lleno de moratones y temía mirarme al espejo, pues si lo hacía volvería a recordar sus insultos, su desprecio, volvería a sentir el impacto de sus puños sobre mi cuerpo, volvería a ver esa mirada...
Cogí un libro, necesitaba introducirme en un mundo que me hiciera olvidar aunque fuera por un momento el mío.
Abrí por la página 357 y vi su nombre: “Aspasia de Mileto, maestra de retórica que tuvo una gran influencia en la vida cultural y política de Atenas” Me quedé sorprendida, pues nunca había escuchado hablar de la importancia de una mujer en la antigüedad clásica debido a su inteligencia o poder, estaba más acostumbrada a leer sobre mujeres conocidas por causas como estar casada con un guerrero o político o ser reconocida por su belleza física; fue por este motivo por el que seguí leyendo.
Contaba el libro que Aspasia desde su juventud había estado entusiasmada en la lectura poética y filosófica y que marchó a Atenas para lograr la libertad y la cultura que deseaba conseguir, como habían hecho las hetairas, mujeres que tenían una gran influencia y poder, vivían libremente y podían compartir las mismas inquietudes culturales y políticas que los hombres.
Hacia el año 445 a.C. Aspasia conoció a Pericles, con el que tuvo su primer hijo y con el que además adquirió, debido a sus relaciones de poder, la admiración y respeto de filósofos, artistas e ilustres demócratas por su inteligencia, así como ataques de quienes estaban celosos de su poder e influencias. Aun así, Aspasia fue reconocida como experta retórica, motivo por el que además contribuyó al afloramiento de la vida cultural de Atenas. Tras la muerte de Pericles, se casó con el ateniense Lisicles, con el que tuvo otro hijo, y tras la muerte de éste se retiró de la vida pública y dio lecciones a jóvenes ALUMNAS con el objetivo de trasmitir sus conocimientos.
Cerré el libro y me pregunte: “¿Por qué nunca había oído hablar de mujeres como Aspasia? ¿Por qué sólo me han llegado historias de héroes como Hércules o de bellezas como la de Helena de Troya? ¿Por qué no se nombra a las mujeres importantes que han pasado por el mundo debido a su inteligencia? No entiendo porqué siempre han estado los hombres por delante ¿Qué no hemos nacido todos de una mujer? ¿Qué no nos corre a todos sangre por las venas? ¿Por qué serán ellos siempre mejores que ellas? En aquel momento me di cuenta de que no me tenía que esconder entre cuatro paredes, que lo que tenía que hacer era salir fuera para luchar, para impedir que a otras mujeres como yo les pasara lo mismo y vivieran escondidas entre las sombras.
Hay que luchar, hay que imponer nuestros derechos, debemos hacernos respetar. Tenemos dos ojos, dos orejas, cinco dedos en cada mano.. No somos nada extraño ¿por qué nos tienen que tratar así?
Debemos seguir caminando hacia el progreso, hacia la igualdad y el respeto y aunque el sea costoso no hay nunca que perder la esperanza de que algún día lo podremos lograr.

8 comentarios:

Ana Ovando dijo...

Silvia, enhorabuena por este artículo. Has sabido unir el pasado y el presente, traer la historia a tu día a día, actualizar un personaje del pasado, explicarnos su importancia integrándolo perfectamente en el discurso, darle una forma atractiva y cercana, ¡y no dejar escapar ninguna falta de ortografía!
Sobre el contenido, se podía escribir más grande, pero no más claro. Coincido absolutamente con tus razonamientos y conclusiones, y me alegra que sea una persona joven como tú quien lo exprese así. Estas palabras tuyas nos sirven de esperanza a las que estamos ya un poco de vuelta. Muchas gracias por eso.
Por si no se ha notado, me ha encantado el enfoque que le has dado.

ANNA dijo...

Simplement genial, me quedat sense paraules.

Silvia Marcos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Silvia Marcos dijo...

Me alegro de que os guste :)
No estaba muy convencida por la forma porque no coincidía con las cartas hechas por Anna y Ague (que están muy bien) y no sabía con exactitud si este tipo de escrito sería lo que se pedía.
Me ha gustado mucho conocer a estas mujeres por lo dicho en el texto, destacan por su inteligencia y virtudes intelectuales y no por ser bellas o estar casadas con tal persona.
El tema de las mujeres es algo que tengo muy cercano, más que nada porque soy una de ellas y tengo más que claro que TODOS nos merecemos la igualdad y el respeto, no por ser mujeres somos algo peor, y sigo diciéndolo, ¡ME ENCANTA SER MUJER! :)

Ague dijo...

me encanta Xilviii!! =)

Ague dijo...

me encanta Xilviii!! =)

marta dijo...

Silvia increíble, escribes superbien es el que más me ha gustado igual que el de las historias anterior.
Enhorabuena.

Silvia Marcos dijo...

¡Gracias :D!