Sara era una hermosa diseñadora de 22 años. Pese a su juventud, ya estaba casada. Su marido era Carlos Martínez, un conocido empresario, jefe de la empresa EGV y 12 años mayor que ella. A pesar de la oposición de sus padres, Sara era feliz viviendo en Barcelona con su marido, todo era perfecto, hasta que una mañana, Carlos recibió una llama desde Cuba, eran malas noticias, al parecer, la sede que tenía su empresa allí no iba bien.
Carlos tenía que marchar hacia Cuba lo más pronto posible, ya que debía solucionar los problemas. Sara no se lo tomó bien, nunca había estado separada de su marido desde que se casaron y ahora debía estarlo.
Llego el día menos esperado para los dos, Carlos debía irse. La despedida fue emotiva pero amarga al mismo tiempo, ninguno de los dos querían separarse, pero así lo había querido el destino. Finalmente Carlos subió al avión y voló hacia Cuba.
Sara llegó a casa triste y desconsolada, se sentía mareada y con nauseas, y hacia unos días que pensaba que podía estar embarazada.
El día siguiente decidió hacerse el test de embarazo. Por una parte quería tener un hijo pero por otra no sabría como afrontar el embarazo sin su marido al lado. Tras unos minutos de espera, dio positivo.
Rápidamente cogió el teléfono para contárselo a Carlos, pero no lo pudo localizar, tras unas horas de espera lo volvió a llamar y nada, no le cogía el teléfono.
Ya había pasado un mes desde la marcha de Carlos, Sara estaba en su casa haciendo el diseño de un vestido, cuando llamaron a la puerta, ella pensó que podía ser su marido y corrió hacia la puerta para abrirla, pero sus esperanzas se perdieron cuando vio a Juan.
Éste era un compañero de trabajo de su marido, ella no comprendía que estaba haciendo en su casa, pero le invitó a pasar. Tras varias horas hablando Juan se le declaró, Sara no se lo podía creer, estaba casada y además, él era amigo de su marido, finalmente ella le pidió que se marchara, quería asumir lo que le había dicho.
Juan iba a visitarla todos los días siempre buscaba una respuesta positiva, pues él ya daba a Carlos por desaparecido y le hacia creer a Sara que así lo era. Pero ésta le dijo que no le daría una respuesta hasta que acabara el diseño del vestido.
Juan en sus visitas hacia siempre la misma pregunta: ¿Cómo va el diseño? Y ella siempre le contestaba: Falta pulir algunos detalles.
De repente un día llamaron a la puerta, Sara pensaba que seria Juan y fue a abrir desganada, pero sus ojos se le abrieron entusiasmados cuando vio a Carlos ahí plantado, no se lo podía creer, después de 5 meses desaparecido ahí estaba. Los dos se fundieron en un abrazo y se emocionaron al hablar del embarazo. Pero todo esto acabo cuando llamaron a la puerta, Carlos se levantó y fue a abrir, era Juan, llevaba un ramo de flores. Los dos se quedaron sorprendidos al verse, por un lado Juan, que no se esperaba el regreso de Carlos y éste porque no entendía que hacía su amigo ahí y más con un ramo de flores. Juan se intentó excusar diciendo que el ramo de flores era para su amigo Carlos, pero Sara cansada de Juan le dijo a Carlos la verdad, y éste lleno de furia le golpeó fuertemente y lo echó de su casa. Al final Sara y Carlos fueron felices y esperaron alegremente la llegada de su esperado hijo.
5 comentarios:
Precioso y muy bien conseguido, a ver quién lo adivina primero ;-)
Jajaja, está muy bien, pero claro...el mito es bastante conocido ^^
Adivinoooo...¿es el mito de Penélope?
Me ha gusta mucho la historia :D
Estoy con Eva, al leerlo me ha recordado al final de la Odisea, cuando Ulises vuelve a su tierra y encuentra de nuevo a su mujer Penélope que había estado esperándole a pesar de que muchos pretendientes intentaban casarse con ella. Así pues, Penélope les dijo que elegiría a uno al acabar de tejer lo que estaba haciendo, lo que ellos no sabían es que lo que tejía por el día lo deshacía por la noche. Así pues Ulises llegó y acabó con todos los pretendientes.
Genial historia =)
Gracias.. si que lo habeis adivinado rápido pero claro.. esque es verdad que era un mito muy conocido.. Me alegro que os haya gustado ;)
Eva tio siempre eres tu la que adivinas todo no puede ser.....
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