HESTIA

Hestia era la diosa del hogar y del fuego sagrado. Era de un carácter muy tranquilo y fue la única gran diosa griega que nunca intervino en peleas o disputas. De hecho, algunas versiones dicen que cedió su puesto de diosa olímpica a su sobrino Dioniso, para evitar conflictos en el Olimpo. Era una diosa virgen, al igual que Artemisa y Atenea, por lo que sus sacerdotisas también lo eran.
Era hija de Cronos y Rea, y la hermana mayor de Zeus, Poseidón, Hades, Hera y Deméter. Como diosa virgen que era, nunca tuvo ninguna relación, aunque no le faltaron pretendientes. Poseidón y Apolo la amaron, pero Hestia rechazó a ambos.
Es una diosa sedentaria; mientras el resto de sus parientes vagan por el largo y ancho mundo, ella permanece en el Olimpo, guardiana del hogar de los dioses como lo es del los humanos. Posiblemente es una diosa prehelénica y, en cierta manera, universal. En el fondo es una personificación de la Madre Tierra, que con su calor mantiene la vida y da los frutos que produjo la fecundación de la lluvia.

SÍMBOLOS:
Su símbolo era el asno, y se la representaba llevando túnica y velo. Hestia, inmutable e inalterable, simboliza también la perpetuidad religiosa, la continuidad de la civilización y de la cultura, a pesar de las emigraciones, las invasiones y las guerras.
Algunas versiones cuentan que cuando apareció Dionisos, Hestia le cedió su lugar, convirtiéndose así en la última divinidad olímpica.

CULTO:
A Hestia se le rezaba antes y después de las comidas, ya que era una diosa con escasos mitos pero muy importante en la vida religiosa grecorromana.
Los romanos la veneraron bajo el nombre de Vesta. Sus sacerdotisas eran las vestales. Las vestales eran seis mujeres romanas que servían a Vesta durante 30 años: 10 años estaban dedicados al aprendizaje, otros 10 al culto a Vesta, y los últimos 10 a la enseñanza a aquellas que las sustituirían en el futuro. Durante estos treinta años debían permanecer vírgenes. La ocupación más importante de las vestales, que tenían más privilegios que el resto de las mujeres romanas, era mantener encendido el fuego sagrado de Vesta.
La vestal más famosa de la mitología romana fue Rea Silvia, que rompió sus votos de castidad y tuvo, con el dios de la guerra, Marte, dos hijos: Rómulo y Remo. Por esto recibió un castigo que era común en las vestales que rompían sus votos: fue enterrada viva.


En sus templos (los pritaneos), situados en el centro de las ciudades al aire libre, se recibía a los embajadores extranjeros, siendo un lugar de especial culto y de asilo, hasta el punto que se los consideraba el templo de todos los dioses, pero presididos por Hestia. Cuando los habitantes de una polis partían para colonizar otras tierras, portaban una antorcha con el fuego del altar de Hestia, prendiendo con él el nuevo altar en la colonia, como símbolo de unión con la metrópoli. Si este fuego se apagaba, no podía volver a ser encendido con medios tradicionales, sino que se establecía un rito sagrado y se encendía uno nuevo mediante fricción o con cristales calentados al sol.
Fueron famosos los templos de Hestia construidos en Atenas, Oropos, Hermione, Esparta, Olimpia, Larisa y Ténedos.El famoso oráculo de Delfos fue también un templo de la diosa antes de que se le ofrendara a Apolo.





MITOS:
Un día Príapo, embriagado , intentó violarla. Dormían todos los dioses bajo el efecto del vino y Príapo se acercó a la diosa, también dormida, pero entonces un asno rebuznó y la despertó. Vio la diosa la verga descomunal del contrahecho, se levantó temblando de ira y lo hizo huir a todo correr.

REFERENTES:
La diosa Hestia nunca ha aparecido, pero sus sacerdotisas vírgenes, las hestianas, han protagonizado dos divertidos capítulos en Xena: "Una comedia de Eros" ("A Comedy Of Eros"), que cerró la segunda temporada, en el que Draco quería raptarlas, y "Guerrera... Sacerdotisa... Buscona" ("Warrior... Priestess... Tramp"), en el que había un complot contra las hestianas, y Meg suplantaba a la sacerdotisa Leah, dado el parecido físico entre ellas (y, por tanto, también con Xena).