Aquí hos dejo un tozo de la obra de Calderón de la Barca en la que relata las aventuras de Ulises con ellas.
Ulises dice:
"¿A qué loco no lo atan?"
Bien hacéis - Escila hermosa.
Suave Caribdis , sagradas
sirenas del negro golfo,
Altos montes de Ticinacria,
Decid a voces que Ulises
Dandole el viento sus alas,
Entre Caribdis y Escila,
Atado y vendado escapa
De vuestros riesgos, porque
Le queda al mundo enseñanza
Que así se huyen los extremos
De la hermosura y la gracia.
Por último, he escogido un trozo de la canción "Soy un accidente" de El Úlimo de la Fila en la que hace referencia al encuentro de Ulises con las sirenas.
Soy un accidente
un error de medida
un viajero de barro
que se lleva la corriente...
Soy el salvaje que derriba sus dioses
que se atrinchera en tu cama.
Soy la galerna que te azota
¡Yo conjuro al huracán!
Soy el hombre que veis.
Eso digo a mis pocos amigos.
Quisiera no correr,
quedarme a ser tu torbellino.
Busco una orilla extraña
pero yo no soy Ulises.
Que nadie me ate
cuando las sirenas canten.
No trato de conseguir perdurar
porque sé que sólo soy un accidente.
¿Que hos ha parecido? Me gustaría escuchar vuestras voces de sirenas sobre este tema, y así poder ayudar a los compis de elche que estan trbajando este tema.
I.E.S Matilde Salvador (castellón)
-Ana-
11 comentarios:
Literatura, genial. No todo van a ser referentes musicales. :-)
Lo único que no me gusta es lo de las faltas de ortografía. Por favor, no dejes que una hache estropee un artículo tan bello.
Estupendo, ahora literatura
¿Quién se anima a recoger el testigo?
Si hablamos de literatura, dos textos de Higinio sobre estos seres biformes, que las alumnas de Referentes, si también cursan latín, pueden sin demasiadas dificultades traducir.
Tum ad Sirenas Melpomenes Musae et Acheloi filias venit, quae partem superiorem muliebrem habebant, inferiorem autem gallinaceam. Harum fatum fuit tam diu vivere quam diu earum cantum mortalis audiens nemo praeteruectus esset.
Sirenes Acheloi fluminis et Melpomenes Musae filiae Proserpinae raptu aberrantes ad Apollinis terram venerunt, ibique Cereris voluntate, quod Proserpinae auxilium non tulerant, volaticae sunt factae. His responsum erat tam diu eas victuras quam diu cantantes eas audiens nemo esset praeteruectus. Quibus fatalis fuit Ulixes; astutia enim sua cum praenavigasset scopulos in quibus morabantur, praecipitarunt se in mare. A quibus locus Sirenides cognominatur, qui est inter Siciliam et Italiam.
También, como no, dedica unos versos a estas aladas doncellas el eximio Ovidio (Metamorfosis V, 552-563):
...vobis, Acheloïdes, unde pluma pedesque avium, cum virginis ora geratis? An quia, cum legeret vernos Proserpina flores, in comitum numero, doctae Sirenes, eratis? Quam postquam toto frustra quaesistis in orbe, protinus, ut vestram sentirent aequora curam, posse super fluctus alarum insistere remis optastis facilesque deos habuistis et artus vidistis vestros subitis flavescere pennis; ne tamen ille canor mulcendas natus ad aures tantaque dos oris linguae deperderet usum, virginei vultus et vox humana remansit.
Una vez más nuestro amigo Ovidio nos da una explicación de la naturaleza de algún ser, en este caso de las Sirenas.
Sobre la confusión en la forma de las sirenas que ha llegado a la actualidad, adjudicando a estos seres medio cuerpo de mujer y medio de pez (Splash, la Sirenita, los mamíferos sirenios como el dugongo, etc.) vemos muy acertada esta explicación:
Tritón es hijo de Neptuno y Anfítrite, y toca una concha de caracol, una trompa o algún instrumento similar. Con frecuencia está pluralizado y se llaman indistintamente Tritones los hijos varones de Neptuno y Anfítrite, con cabeza y cuerpo humanos pero terminados en cola de pez; una figura que en la Antigüedad no aparece jamás adscrita a las Sirenas en la literatura, y sólo rarísima e inseguramente en representaciones figuradas, y que al parecer fue trasladada de los Tritones varones, divinidades marinas, a las Sirenas hembras, semidivinidades volátiles, a través, probablemente, de las figuras marinas femeninas, sólo algunas veces similares, de Nereidas y de Tritónides, en las postrimerías de la Antigüedad, sin que pueda precisarse la fecha ni mucho menos aún la causa o las etapas y vicisitudes de este cambio, que ha tenido tan incalculable, ininterrumpida y perenne vitalidad desde los comienzos de la Edad Media hasta nuestros días en la conocida figura de las sirenas acabadas en cola de pez; siendo, por otra parte, increíble la inadvertencia que sobre este curiosísimo hecho puede observarse en casi toda la bibliografía moderna (y la consiguiente ignorancia radical del vulgo a este respecto).
Esta explicación aparece en la Nota 42 de la página 204 de la edición bilingüe de las Metamorfosis de Ovidio en la Colección Alma Mater, Colección de autores griegos y latinos,, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, edición a cargo de Don Antonio Ruiz de Elvira.
Eso es un comentario con fundamento, sí señor.
Muchas gracias querido Greco por tus aportaciones, llenas (como no podía ser menos) de brillantes anotaciones. Nos abren la puerta a nuevos caminos que espero que nuestros alumnos sepan seguir.
Espero leerte a menudo por aquí.
Flauta de Pan.
Salve,
¿Las sirenas han existido alguna vez?. NOOOOO, pero en todo mito siempre hay algo de verdad, noooo?
Es por esto que quiero aportar otra visión que seguro os puede interesar.
¿sabéis que hoy día existen bebés sirenas?.
Sí. Sólo se conocen 300 casos en todo el mundo y de ellos tres han ocurrido en Perú.
Estos pequeños padecen de sirenomelia o "síndrome de la sirena" (poner en búsqueda "síndrome de la sirena; es suficiente). Se les llama así a los niños que nacen con piernas unidas con forma de cola de pez. Afortunadamente, hoy día esta situación se puede solucionar con operación. Es increíble ver las fotos realeas antes y después de la operación. Seguro que os sorprendéis.
Por otro lado, otros datos referentes a las "sirenas":
- No gozaban de buena reputación en la Antigüedad, pero en un Bestiario del año 1250, se convirtieron finalmente en mujeres bellas (aunque seguían siendo pérfidas). Historias y leyendas han surgido por todo el mundo.
Para los pueblos del Norte de Europa eran rubias y "mágicas" (incluso tenían piernas en tierra); en Escocia, si se capturaban, concedían deseos; en Japón, donde se llamaban "Ningyo", eran tímidas.
Bueno, os dejo. Espero que os guste esta referencia anecdótica.
Ánimo a todos los que hacéis posible este proyecto (alumnos y profesores). Me gusta.
Salve, anonimo, muchas gracias por ese dato tan interesante de los bebés sirenas, y por el resto de aportaciones.
Esperamos poder seguir leyéndote.
Las sirenas, ay, sus enigmáticos cantos, su forma mixta que une los tres elementos (aire, tierra, agua), la belleza de su subyugante voz, su relación con el mar y los secretos que éste encierra, el episodio de Odiseo atado al palo de su barca para no quedar prendado de sus voces que le alejaban de su meta.
Todo ello y más, mucho más, experimenté anoche otra vez al escuchar esa magnífica obra musical impresionista que es el tercero de los Nocturnos de Claude Debussy.
En efecto, a partir de 1892 Debussy trabajó en una obra para orquesta que él quería titular Trois scènes au crépuscule (Tres escenas en el crepúsculo). Dos años más tarde, quedó definitivamente fijado el título como Trois nocturnes (Tres nocturnos), para violín y orquesta, dedicados a Eugène Ysaÿe, pero como las relaciones entre ambos se habían enfriado, Debussy los reescribió para orquesta sola. Los Nocturnos están formados por tres números, Nuages, Fêtes et Sirènes (Nubes, Fiestas y Sirenas) estrenados el 27 de octubre de 1901. Para el estreno el propio autor escribió:
"El título de Nocturnos pretende tener aquí un sentido más general y sobre todo más decorativo. No se trata, pues, de la forma habitual de nocturno, sino más bien de todo lo que este término encierra de impresiones y de luces especiales. Nuages es el aspecto inmutable que presenta el cielo con la marcha lenta y melancólica de las nubes que acaba en una agonía gris, dulcemente teñida de blanco. Fêtes es el movimiento, el ritmo danzante de la atmósfera con explosiones de luz brusca, y también el epidosio de una comitiva (visión sorprendente y quimérica) que pasa por la fiesta confundiéndose con ella; pero el fondo permanece, se obstina, y la fiesta continúa con su mezcla de música, de polvo luminoso participando en un ritmo total. Sirènes es el mar y su ritmo innumerable, pues entre las olas plateadas de luna se oye, ríe y pasa el canto misterioso de las sirenas".
El carácter mágico de Nuages, la polirritmia de Fêtes, la dispersión de los timbres en Sirènes, todo es nuevo, audaz. Aquí el arte eclipsa al arte, principalmente en el último cuadro, Sirènes, donde las voces femeninas (8 sopranos y 8 contraltos) se integran en la orquesta para añadirle no solamente un color particular, sino también un elemento magnético, insidiosamente asociado a las olas acariciadas por los rayos de la luna, como un misterio suplementario.
En efecto, en este último nocturno, Debussy elimina los trombones, la tuba y la percusión y utiliza un pequeño coro de voces femeninas como si se tratara de un instrumento.
Una introducción orquestal a la que se suma el coro precede a la entrada del tema principal expuesto por el corno inglés (tal vez el instrumento más misterioso, enigmático, evocador de nostalgias de la orquesta). La atmósfera mágica que se crea se mantiene a lo largo de todo el fragmento, que tiene un desarrollo suave, a través de sugestivas coloraciones y que no está exento de clímax sonoros, que podemos identificar con embates del oleaje.
Instrumentos destacados en el nocturno son el viento madera (oboe, corno inglés, fagot, clarinete), las trompetas y, por supuesto, la cuerda, en especial los violines que cierran el número en un morendo en pianísimo agudo.
Si estáis tratando el tema de las sirenas, pedid a vuestros profesores que os pongan en clase este tercer nocturno de Claude Debussy. Son apenas 15 minutos de una música subyugante, evocadora, magistral ejemplo del impresionismo musical de su autor.
Yo, escuchando el fragmento, he visto a Odiseo atado al mástil de su barca, a las sirenas lanzándose en sucesivos embates hacia este barco, las olas plateadas encrespándose y calmándose, la luna asomándose entre las nubes y reflejándose en el mar. Una profunda, misteriosa, enigmática ensoñación que se pierde a lo lejos.
La música y su poder evocador. El poder evocador de las sirenas en una obra, como ellas, subyugante y misteriosa. Escuchadla y las veréis cantando sus enigmáticas llamadas a olvidarnos del pragmatismo de este mundo y a dejarnos llevar por una perenne y soñolienta ensoñación.
De nuevo experimento la sensación de quedarme asombrada y sin saber qué decir...
A ambos, anonymous y Greco, gracias por vuestras interesantes y novedosas aportaciones.
En el primer caso, anonymous, no solo introduces términos nuevos a los ya conocidos, sino que enlazas el tema con los síndromes, trabajo realizado por nuestros alumnos de Benicàsim.
También agradezco a Greco la introducción del referente musical clásico,que si bien es un filón muy importante, en este blog ha sido poco tratado.
Gracias también por hacernos partícipes de tus sensaciones al escuchar el nocturno de Claude Debussy, por mi parte, claro que buscaré y pondré a mis alumnas la pieza musical para, igual que tú, dejarnos seducir por el dulce y melodioso canto de las sirenas.
A todos nuestros alumnos, ánimo a penetrar en este fascinante mundo de la música clásica, fuente inagotable de referencias a todos esos mitos que nos transportan a un mundo que por atemporal, nos sale al encuentro cuando menos lo esperamos.
Gracias meys^^
Me han dejado impresionada los comentarios, los invito a todos a sumergirse en un mundo de sirenas pecaminosas
http://sietesirenasvasaquererpecar.blogspot.com
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