viernes, octubre 13, 2006

El origen "real"de las sirenas


LAS SIRENAS DE LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA

Las sirenas de la época no son esos seres mitad mujer, mitad pez, que las leyendas más modernas retuvieron, sino unas aves con cabeza y pecho de mujer.
Las sirenas eran especialmente abundantes en las proximidades de Sicilia. En alguna parte de aquel mar se hallaba la isla de las Sirenas. Con sus cantos dulces atraían a los incautos marinos, haciendo que sus naves se despedazasen contra las rocas y escollos. Aquel que oía sus voces se olvidaba para siempre de su patria, hogar, mujer e hijos, y se arrojaba al mar en pos de ellas.
Ulises se liberó de ellas haciendose atar al mástil de su embarcación y taponar los oídos de sus compañeros con cera.
Las arpías tenían enormes alas. Eran las divinidades de las tempestades y de la muerte. Cuando los cansados marineros se disponían a descansar en una costa poblada por Arpías, estas se abatían sobre ellos, llevándose sus provisiones con las garras de ave.

Las sirenas medievales ya no son las aves de presa de los griegos
Podrían tener como antecedente la confusión romana entre las ondinas que ya en el siglo IV a.C. mencionara el filósofo griego Teofrasto, y las sirenas. Las ondinas son seres del agua salada, del océano, y se las representa saliendo del agua con su larga caballera flotando alrededor de ellas. Con su bella voz seducían a los marineros.

A finales del siglo XV y principios del XVI los conquistadores, al contemplar las dos mamas del manatí, creyeron ver auténticas sirenas. Los manatís y los dugongos sirvieron para disparar la imaginación de los antiguos y mantener el mito de las sirenas.

Tres meses después de que Colón descubriera el Nuevo Mundo, el 9 de Enero de 1493, el registro Nº 146 del libro de bitácora registró: "El día previo, cuando el Almirante fue al Río del Oro, vio tres sirenas que aparecieron en la superficie del mar; estas no eran hermosas como se pintan, aunque tienen algo en la cara de humanas."

Lo más probable es que, tanto a griegos como a conquistadores, la presencia de los dugongos del mar Rojo y océano índico, los manatíes del orínoco y Guinea, las focas que abundaban en el Mediterráneo, hicieron pensar esos seres prodigiosos, mescolanza de hombres y pescados.

5 comentarios:

Ana Ovando dijo...

Más sirenas ... supongo que desde Elx, porque se te ha olvidado firmar :-)

No sé si tanto artículo sobre sirenas está aclarando o confundiendo.

Unknown dijo...

Pues yo no sabía que los manatís tenían las mamas como (o donde) las sirenas.
Por cierto ¿manatís o manatíes? Y ¿qué diantres es un dugongo? podías haber puesto una foto de miss/mister dugongo para los que nos perdimos el documental de National Geographic

Unknown dijo...

Conchi, lee, unos posts más abajo, la entrado "Nos estamos superando".

Anónimo dijo...

A mí, el tema de las sirenas me gusta mucho, no se si por la dualidad bueno- malo o por el misterio...
Te pregunto lo mismo que a tu compañera: ¿conoces alguna leyenda donde aparezcan sirenas o seres similares?

Blade dijo...

Muy bien, muy bien, te llevas mis 5 puntos, porque está calramente explicado su orígen, y se parece mucho a la explicación que nos dieron a nosotros en clase. Enhorabuena. (Benicasim)