La belleza está en el interior

Érase una vez, hace muchos años, había una chica llamada Rosita que era muy muy guapa, era una chica morena, de pelo largo y rizado y con unos ojos grandes marrones, que vivía en una aldea muy muy lejana, casi desconocida por el resto de la humanidad. En esa aldea vivía un joven llamado Gerardo, que tenía un rostro difícil de mirar, era bajito, calvo y regordete, pero a pesar de eso, era un joven atento, simpático, inteligente y gracioso. El joven Gerardo estaba profundamente enamorado de Rosita desde que la vio por primera vez en el parque cuando eran niños, dándole de comer a las palomas, cuando él, paseando a su perro Pepito, la vio.

El joven Gerardo pasaba todas las mañanas por delante de la casa de Rosita para ir a comprar el pan y siempre que pasaba la veía con un chico, joven y apuesto llamado Mario que era todo lo contrario a Gerardo, era alto, extremadamente guapo, con ojos verdes y moreno, pero por otro lado era un chico prepotente, egocéntrico y que carecía de inteligencia. Se conocían desde que eran pequeños ya que iban juntos a la escuela.Con el paso del tiempo Mario y Rosita se fueron enamorando ya que pasaban mucho tiempo juntos y tuvieron un corto pero intenso romance. Con ésto, la ira de Gerardo iba aumentando ya que estaba muy enamorado de Rosita y no permitía que ningún hombre se le acercara. Gerardo estuvo trazando un plan para poder separar a los dos jóvenes enamorados y asi conseguir que Rosita se enamore de él. Gerado seguía a los jovenes enamorados todas las tardes que quedaban para poder ver que hacían e intervenir a favor de Rosita si Mario intenteba hacer algo contra ella, pero lo único que esto provocó fue aumentar los celos de Gerardo.

Día tras día iban Rosita y Maria a los mismos lugares, primero pasaban por el puerto, después se iban a un parque para darle de comer a las palomas y por último a la casa de Rosita, ya que Mario siempre la acompañaba. Tras dejar a Rosita, Gerardo siguió a Mario hasta su casa con la intención de poderle hacer una foto con la primera chica que se cruzase para después poder enseñársela a Rosita y que ella viera a Gerardo como un aunténtico héroe al descubrir la verdad sobre Mario. Mario, ese día, se encontró a su hermana María a la que hacía tantos años que no veía. Cuando se vieron los dos se dieron un gran abrazo, lo que Gerardo aprovechó para hacerles una foto, sin saber que esa era su hermana y enseñársela a Rosita para que ella tomara la decisión de dejar a Mario pensando que podría estar con otra chica que no era ella.

Gerardo, al día siguiente fue a casa de Rosita para enseñarle las fotos, y ella al ver esas fotos se puso a llorar desconsoladamente. Gerardo estuvo al lado de Rosita durante todo el día para poder consolarla y así poder ganarse su cariño. Rosita, tras una larga tarde le dio un beso y le dijo que se había dado cuenta que él era el hombre que ella necesitaba, a pesar de su fealdad, era un chico que tenía muchas cualidades. Con el tiempo comenzaron a salir juntos, y Mario cuando se enteró del malvado plan que había hecho contra él, quiso explicarle a Rosita que esa chica con la que aparecia muy cariñoso era su hermana María, la que hacía mucho tiempo que no veia ya que se había ido a vivir al extranjero para búscar trabajo y al encontrar allí el amor, se quedó para siempre.

Cuando fue a expicárselo, se encontró a Rosita y a Gerardo juntos en el jardín, jugando como dos niños pequeños, y se dio cuenta de que Rosita estaba profundamente enamorada de Gerardo.

Mario, estuvo a partir de ese momento solo, no encontraba ninguna mujer con las características de Rosita, y ya ninguna mujer quería estar con él por los aspectos negativos de su carácter, a pesar de ser el chico más guapo de la aldea.

Mientras Rosita y Gerardo, se fueron a vivir fuera de la aldea ya que consideraron que esa aldea se le había quedado pequeña para ellos.

Se casaron y tuvieron 4 hijos, dos chicas y dos chicos llamados Nerea, Asun,Manolo y Jorge. Juntos vivieron felices y comieron felices mientras que Mario se encontraba solo en el mundo.