Ícaro, personaje de la mitología griega, es hijo del arquitecto griego Dédalo, constructor del laberinto de Creta. Fue encarcelado junto a él en una torre de Creta por el rey de la isla, Minos.
Dédalo consiguió escapar de su prisión, pero no podía abandonar la isla por el mar, ya que el rey mantenía toda la costa vigilada mediante los veleros, y no permitía que ninguno navegase sin ser totalmente registrado. Como Minos tenía controlada la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Aseguró las plumas más grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al conjunto la curvatura de las alas de un pájaro. Ícaro, su hijo, observaba a su padre y a veces corría a recoger del suelo las plumas que el viento se había llevado, y tomando cera la trabajaba con sus dedos, entorpeciendo con sus juegos el trabajo de su padre. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas hasta que se vio suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.
Ícaro comenzó a ascender como si quisiese llegar al paraíso. El ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó al mar. Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, llamó a la tierra cercana al lugar del mar en el que Ícaro había caído: Icaria. Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia donde construyó un templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.
Esta es una de las muchas versiones que constan sobre el mito de Ícaro y Dédalo escapando del laberinto de Minos.
http://www.icaro.aero/icaro/general/home.do;jsessionid=F74BE812A9870E1E78768EBAC3EB0979
Agencia de vuelos Ícaro es un claro ejemplo del mito de Dédalo e Ícaro en el que podemos relacionarlo con los aviones que usan alas como las que fabrica Dédalo para él y para Ícaro aunque discrepa respecto a que son inseguros y que se le “derriten las alas”. Por otro lado, podría interpretarse que los aviones están preparados bien por ellos mismos y revisados como hizo Dédalo pero no Ícaro al no llevar cuidado.
2 comentarios:
Creo que no les vendría mal a esa empresa pasarse por aquí y leer tu reflexión, no es el mejor nombre para inspirar seguridad ;)
Seguro que la próxima vez mejoras la presentación del enlace.
Sí, y también la presentación del texto. Al leer tanto texto junto se hace un poco denso y farragoso. De todos modos, me alegro que por fin te hayas estrenado, y a lo grande
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