Nos encontramos frente a una escultura barroca del s.XVII del escultor Bernini. La historia de esta escultura en una época en la que se intentaba captar un momento concreto que en este caso es cuando un día Apolo sorprendio a Dafne cantando y este se enamoró. Dafne intentando huir de las palabras de amor del Dios, pide ayuda a la Tierra, quien escucha sus súplicas. Como salvación la trasforma en árbol entre los brazos del Dios y así queda rígida e inmovil en la tierra.
Esta escultura es la más famosa de las obras inspiradas en este relato mitológico y Bernini captó toda la angustia de la ninfa.
También encontramos un poema de Garcilaso de la Vega dedicado a este mito:
"A Dafne los brazos ya le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el ojo oscurecían;
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros aún bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían
Aquél que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lagrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!
Cristina Contreras Morillo, Elche
3 comentarios:
Hermoso poema, sin duda. Ojalá hubieras incluido una pequeña reflexión personal o algún comentario critico para enriquecer el post.
Observo con agrado que los de Elx estáis imparables con los referentes literarios, sin embargo,estoy de acuerdo con Ana en que sin una conclusión, el trabajo no queda bien terminado. A mis alumnas no paro de insistirles en lo mismo.
Ya lo han dicho todo Esther y Ana.
La verdad, Cristina, es que se ha quedado cojo. ¿No te da la sensación de que falta algo?
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