miércoles, febrero 14, 2007

Dafne y Apolo



Embargada por el espíritu del amor que parece haberme poseído durante estos días me voy a pasar a narrar una historía a raíz de mi paseo por el rincón de fantasía de la fantástica página que es DeviantArt. Esta es la historia de Apolo y Dafne (también llamada Daphne):



Dafne que significa ‘laurel’ en griego según he leido (ya me lo verificaréis chicas de griego) era una dríade (entiéndase un ninfa de los árboles), hija de un dios río y de Gea.

Eros le disparó un flecha de oro a Apolo porque éste había bromeado con sus habilidades como arquero, y también le dió a Dafne con una flecha de plomo (leer mi anterior post), de esto se deduce que Apolo amaba a Dafne y a Dafne despreciaba a Apolo por lo tanto huía de él.

Dafne le rogó ayuda al dios del río, el cual la transformó en laurel cuando Apolo ya la alcanzaba y al transformarse ella el lloró y lloró, y el árbol crecía cada vez más por sus lágrimas lo cual hacía llorar al dios todavía más (menudo círculo vicioso XD), por esto el laurel que se convirtió en un árbol sagrado para Apolo.

8 comentarios:

Ana Ovando dijo...

Hermosa historia, la de Dafne. Tienes razón, significa "laurel" en griego.

Esther dijo...

El post es precioso, Rose, pero vamos a enlazarlo con algún referente, porque solo has contado el mito.
Por ejemplo, el laurel además de convertirse en el árbol sagrado del dios, era ofrecido a los vencedores de... ¿Podrías explicarlo?
Otra cosa, dices que Apolo amaba a Dafne y ésta lo rechazaba, pero según parece a él le daba igual. Si la misma historia la trasladáramos a la actualidad ¿Qué diríamos de la acción de Apolo?

Unknown dijo...

Hay un famoso soneto de Garcilaso de la Vega que trata el mismo tema. No estaría de más que lo comentarais un poco. Comienza A Dafne ya los brazos le crecían...

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, Rose, has hecho referencia a uno de mis mitos favoritos
En efecto, Isra, soneto XIII. También en la Égloga III hace referencia Garcilaso a este mito. Este episodio aparece también en:
Vicente Espinel (Canciones I, Silvas I), Góngora (Soledad I, Composición de arte mayor 384, prólogo alegórico a La gloria de Niquea), Quevedo (Fábula de Apolo y Dafne, poema A Apolo siguiendo a Dafne, A Dafne, huyendo de Apolo), Juan del Valle y Caviedes, Juan de Arguijo, el Conde de Villamediana, Jacinto Polo de Medina (Fábula de Dafne y Apolo, ¡de 540 versos!), García Lorca (Invocación al laurel, dedicada a Pepe Cienfuegos y Manantial), etc.
En música, Händel compuso la cantata: Apollo e Dafne, HWV 122 (La terra è liberata), cantata a due con stromenti, compuesta en su estancia en Nápoles. Una hermosa obra que describe musicalmente a la perfección a ambos personajes. Muy recomendable su escucha.

Rose Black dijo...

Pues la verdad es que todas las imágenes han sido hechas hace poco, son en sí mismas referentes pero es cierto eso de que el tema de Dafne y Apolo se puede reseguir a lo largo del tiempo, aparte de lo que ha dicho el Greco sobre literatura también hay ópera como "Dafne" de Strauss.

Si ha ese Apolo se le transladara a nuestra sociedad sería un acosador en primera línea

noe dijo...

Una bonita historia, me ha gustado mucho tu trabajo sobre todo las fotos.

Anónimo dijo...

Muy bien visto, Rose, lo del acoso. En un trabajito que hice sobre el tema añadía un apéndice en el que el mito de Apolo y Dafne era descrito como un acto de violencia contra la mujer. Violencia contra la mujer es "cualquier acto o amenaza de violencia basada en género que tenga como consecuencia, o tenga posibilidades de tener como consecuencia, perjuicio y/o sufrimiento en la salud física, sexual o psicológica de la mujer.
Mirad esta imagen del fotógrafo Joel Peter Witkin (USA, 1939) del año 1990 http://www.godot.323.com.ar/images/articulos/art01/dafne.jpg) a ver qué os parece.
La portada del libro Historia de la violación. Siglos XVI-XX, de Georges Vigarello, presenta un cuadro de Apolo y Dafne de un autor que todavía no he podido detectar, pero es significativa la portada para un libro como ése.
En ese trabajo puse un manifiesto escrito por hombres sobre este asunto. El manifiesto es el siguiente:

Manifiesto

HOMBRES CONTRA LA VIOLENCIA

No más violencia contra las mujeres

Los hombres que suscribimos este manifiesto nos pronunciamos contra la violencia ejercida por hombres contra las mujeres.
Aunque esta violencia sea consustancial con el modelo masculino tradicional en el que hemos sido educados, identificar los roles de género vigentes como causa última del problema no debe entenderse como disculpa o justificación, porque sabemos que tenemos la responsabilidad de cuestionarlos y modificarlos.
Las mujeres saben lo que es tener miedo a ser agredidas por hombres. Ante esto, todos los hombres debemos asumir que el problema nos implica y que no podemos limitarnos a manifestar nuestra solidaridad, sino que debemos tomar nuestras propias iniciativas y comprometernos de manera activa. Ahora más que nunca, el silencio nos hace cómplices.
Por todo ello:
Exigimos de los poderes públicos que se arbitren urgentemente las medidas necesarias que garanticen la tutela efectiva de los derechos de las víctimas de esta violencia y el castigo de los culpables.
Exigimos que se cuestionen en la educación los conceptos tradicionales de masculinidad, tanto en los centros de enseñanza como en la familia, la calle, o los medios de comunicación, para evitar a toda costa que los modelos que originan la violencia se sigan reproduciendo.
Asumimos a nivel personal la responsabilidad de posicionarnos contra la violencia, denunciando las agresiones y llevando este debate a todos los ámbitos -social, familiar, laboral...- de nuestra vida cotidiana.
Grupo de Hombres de Sevilla, 15 de enero de 1998.

Respecto a la Dafne op. 82 de Strauss es una obra en un acto de 1938, con libreto de Joseph Gregor. Es una nueva aproximacíón de Richard Strauss a la antigüedad mitológica (antes había compuesto: Electra, Ariadna en Naxos, La Helena egipcia y después El amor de Dánae). Dafne es la más delicada y depurada de sus aproximaciones al mito, la de mayor simplicidad y sobriedad de medios y la de orquestación más refinada (que en Strauss es decir mucho). Particularmente es un compositor que me gusta mucho, más cuanto más lo escucho. Su Ariadna, su Caballero de la rosa, su Salomé, su Don Juan, su Muerte y Transfiguración y, sobre todo, sus Cuatro Últimos Lieder son obras de una belleza y una expresividad desbordantes.
También Antonio Caldara compuso un dramma per musica Dafne (http://www.damtschach.at/2005/oper/dafne_raja_web.jpg). Ya hablé de la de Händel (http://www.klassikaktuell.de/cover/P0095115058329_1.jpg)

Anónimo dijo...

Antes Esther decías que a los vencedores de los Juegos Olímpicos se les coronaba con una rama de laurel. Esto proviene de que Apolo reconoció su derrota ante la transformación de Dafne y él se autocoronó con una de sus ramas.