Marcharé contigo por esos mares procelosos en busca de referentes, salvando escollos hasta alcanzar el vellocino:
Comenzando, Febo, por ti, los hechos gloriosos de los hombres antiguos
voy a recordar, que por la boca del Ponto y a través de las Rocas Ciáneas,
por mandato de Pelias, el rey, en pos del vellocino de oro
impulsaron a Argo, la nave de bancos bien construidos.
Tal fue, en efecto, el oráculo que Pelias oyó: que a él algún tiempo después
un destino terrible le aguarda, perecer por instigación de ese hombre
al que viese salir de entre el pueblo de una sola sandalia calzado.
¿Quién es ese hombre? ¡Jo, me ha quedado como canción de culebrón venezolano!
4 comentarios:
Raudo y veloz, desde ahora serás conocido como el de los pies ligeros. Gracias Isra, por estar siempre ahí.
Y eso que voy a 256 kb, verás cuando ono me suba a 4 megas. Jajaja
hola, holita. Lo tuyo tiene delito. Después te quejas. Es que te va la marcha.
intentaré colaborar en la medida de mis pocas posibilades en esta nueva aventura en la que os habéis embarcado.
un beso,ánimo comienza el curso 2006-07 ( el tuyo )
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